Mañana, 22 de mayo, todos los sectores educativos nos uniremos para denunciar que los recortes presupuestarios supondrán un terrible lastre para el futuro de nuestro país.
Tengo treinta años. He dedicado los doce últimos a la física, siete de ellos en el extranjero. Visto el futuro que nos aguarda, está claro que deberé partir de nuevo para continuar mi carrera profesional. Por eso, creo que es un buen momento para responder a una pregunta esencial: ¿por qué soy científico?
Esta es mi razón para ser cientifico: participar en una de las aventuras más hermosas en las que se ha embarcado nuestra especie.
La ciencia es la celebración de la razón frente a la autoridad. La academia de ciencias más antigua y prestigiosa, la Royal Society, eligió como lema «Nulla in Verbis», que en latín significa «Nada en la Palabra». Esa es la esencia del espíritu científico: no te creas lo que yo te digo. Observa por ti mismo. Algo no es verdad porque lo diga Platón, Jesucristo, el chamán de la tribu o tu padre. Duda de todo lo que te cuenten, enfréntate a la realidad con tus propios ojos y no respetes la autoridad. Por eso los poderosos temieron a los científicos y tantos fueron condenados al silencio, al exilio o a la hoguera.
Hacer ciencia significa también desafiar a los investigadores que nos precedieron. Newton comprendió que la física de Aristóteles no era suficiente. Einstein descubrió que las teorías de Newton eran incompatibles con la electricidad y el magnetismo. Hoy sabemos que la Relatividad tampoco es una teoría completa, pues no alcanza a describir algunos fenómenos cuánticos.
Una de mis anécdotas favoritas en la historia de la física es el desarrollo de la teoría de la superconductividad. En el año 1911, Kamerlingh Onnes observó que la resistencia eléctrica de algunos materiales desaparecía al enfriarlos cerca del cero absoluto. Todos los gigantes del siglo XX propusieron su teoría para explicar el origen microscópico del fenómeno: Einstein, Bohr, Landau, Heisenberg, Feynman… Y todos ellos se equivocaron. En ciencia no es problema reconocer que incluso Einstein cometió errores. La ciencia no necesita de profetas que tuviesen razón en todo lo que dijeron.
La ciencia es la celebración de lo universal frente a la tribu y la patria. En el libro de mecánica cuántica que tengo frente a mí mientras escribo esta entrada puedo encontrar herramientas matématicas desarrolladas por norteamericanos y soviéticos durante la guerra fría, un sistema numeral introducido por indios y árabes, y una estructura lógica inventada por griegos. Ningún país y ninguna época pueden reclamar la ciencia como propia.
La inscripción a la entrada de la Academia de Platón decía: «no entre aquí quien no sepa de geometría». Las verdades de la geometría eran independientes de que un hombre fuese ateniense, espartano o persa. Los virus o la fuerza de la gravedad desconocen fronteras, colores de piel y lenguas. La ciencia no pertenece a Oriente ni a Occidente. La ciencia es humana.
La ciencia es una celebración de la belleza. ¿Quién no siente un escalofrío al comprender que nuestros cuerpos están formados por polvo de las estrellas? ¿Quién no se estremece al pensar que todos los mamíferos sobre el planeta estamos conectados a un antecesor común?
La ciencia es una celebración inevitable. Si no es en España, será en China o en Brasil, pero la ciencia seguirá avanzando. Encontrar sentido a lo que nos rodea es una necesidad humana y no hay grilletes que puedan aprisionar nuestra imaginación.
Una vez le preguntaron al gran alpinista británico George Mallory cuál era la razón para jugarse la vida escalando. Mallory respondió que debíamos subir las montañas, sencillamente, porque estaban ahí. La lucha por descifrar la realidad es también inevitable. Porque, dicho a la manera de Mallory, somos humanos y tenemos un mundo que nos rodea.
Estamos aquí reunidos para celebrar con alegría la muerte de la investigación científica en España.
Lectura del Santo Evangelio según San Tiago Ramón y Cajal,
En aquel tiempo, dijo Newton a sus discípulos: «Cuando venga en su gloria Mariano Rajoy, el Hijo de Jose Mari y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria y recortará 700 millones del presupuesto de I+D. Después dirá: venid a mí, benditos de la Conferencia Episcopal. Igual que con los socialistas, vosotros recibiréis 130 millones de asignación tributaria, 500 millones para profesores de religión, 3.200 millones para el concierto educativo, 750 millones en exenciones de impuestos y 200 millones más para el sostenimiento del patrimonio artístico. Porque cuando tuve hambre, vosotros me disteis unos chuchesssh. Y entonces mirará hacia los científicos y dirá: apartaos de mí, malditosssh, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Y los científicos irán al castigo perpetuo, y los justos a la vida eterna.»
Palabra de Mariano. Te adoramos, óyenos.
Hermanos, oremos porque la ciencia y la investigación no vuelvan jamás a contaminar nuestro país,
Dichosos los pobres en formación científica,
porque de ellos será el Congreso de los Diputados.
Dichosos los que no saben ni sumar con decimales,
porque para ellos serán las portadas del Marca.
Dichosos quienes no distinguen astronomía de astrología,
porque de ellos serán la radio y la televisión.
Oh Mariano, sólo tú conoces el mal que se esconde en el corazón de nuestros becarios doctorales. Recibe nuestras súplicas y concede a nuestros investigadores un trabajo precario y una vida miserable.
Por Mariano, que vive y gobierna en el Palacio de la Moncla, Amén.
Eres mi ídolo. No sé cómo lo has hecho, pero el gobierno está considerando inyectar 7.000 millones en el banco que presidías. No es la primera vez que lo consigues: en 2010, el Estado os prestó 4.500 millones y después os avaló por 27.500 millones más.
Como investigador, te admiro muchísimo: me encantaría tener tu talento para convencer a los gobiernos de que suelten el parné. Sólo esos 7.000 millones es más dinero que toda la financiación para I+D en los Presupuestos Generales del Estado (6.400 millones).
El desastre de Bankia me ha proporcionado una amarga satisfacción, pues confirma una de mis hipótesis científicas: la estructura política de nuestro país está podrida hasta las entrañas. En los consejos de administración de Bankia y sus corporaciones, estábais todos: Mercedes de la Merced y Manuel Lamela (PP), Arturo Fernández (vicepresidente de la CEOE), Maria Enedina Álvarez (ex-diputada PSOE), José Antonio Morán Santín (IU), José Ricardo Martínez (secretario general de UGT Madrid), etc.
¡Viva la meritocracia, coño!
No me puedo explicar el fracaso de Bankia: estaba en manos del más selecto grupo de mentes privilegiadas. No se habían visto tantos premios Nobel juntos desde la Conferencia Solvay de 1927.
En el fondo, mi sarcasmo nace de la envidia. Tú ganaste el año pasado 2,3 millones de euros. Mi salario es 110 veces menor. Pero debo reconocer que la diferencia está justificada: yo sólo estudio las ecuaciones que describen los agujeros negros, mientras tú creas agujeros negros que ya quisiera la Galaxia de Andrómeda.
Rodrigo, te escribo porque quiero hacerte una oferta. Ahora que tienes más tiempo libre, me gustaría que te unieses al grupo de científicos que luchamos para que la ciencia española no desaparezca. Tu talento nos vendría fenomenal. Con uno de tus golpes maestros, nos compramos el CERN, el telescopio Hubble y la NASA entera. Lo digo en serio: el presupuesto de la NASA para 2012 es de 18.000 millones de dólares. ¡Está a tu alcance!
Entre todas las cartas que he dirigido a los líderes de nuestro país, ésta es la más especial para mí: como el Ministerio de Ciencia ha desaparecido y sus tareas dependen ahora del Ministerio de Economía, resulta que tú eres mi jefe.
Luis, estoy seguro de que estas palabras no son tuyas, sino de Chiquito de la Calzada. Un hombre de tu integridad no puede haberse atrevido a semejante descaro una semana después de recortar la inversión en ciencia un 26%.
Hace ya un tiempo que sospecho que Chiquito te suplanta en las intervenciones sobre política científica. Por ejemplo, en la comparecencia parlamentaria del pasado 11 de abril, un sujeto que se identificó como “el ministro de Economía” declaró: “la inversión en investigación en España tiene una deficiencia al depender de subvenciones que deben ser eliminadas para dar paso a la inversión privada.”
Esta falacia es más grande que un elefante de Botsuana. Si las empresas españolas no invierten en I+D es, precisamente, por la debilidad de nuestra ciencia básica.
La investigación pública y la investigación privada se necesitan la una a la otra. Ninguna empresa puede arriesgarse a invertir en una idea «que quizás funcione dentro de 80 años”. La investigación pública puede aceptar esos retos. Y al revés, parte de los rendimientos generados por la innovación privada deben reinvertirse en ciencia básica si queremos construir una economía próspera.
La historia de la ciencia está repleta de teorías abstractas que generaron aplicaciones muy prácticas (el descubrimiento de la mecánica cuántica permitió construir ordenadores) y también de problemas cotidianos que dieron lugar a teorías muy generales (el estudio de la eficiencia de los motores está en el origen del segundo principio de la termodinámica).
El GPS se basa sobre la teoría de la relatividad, pero Einstein no estaba pensando en el TomTom cuando la desarrolló. Los EEUU tienen las empresas tecnológicas más avanzadas, pero también el mayor número de premios Nobel en física teórica.
Las compañías innovadoras florecen donde hay universidades dinámicas que producen ideas.
Las universidades florecen en economías robustas que generan impuestos para financiarlas.
Sostener que «debemos reducir nuestra inversión en ciencia básica para que las empresas españolas mejoren su I+D», es una estupidez mayúscula.
En la misma comparecencia parlamentaria, el tal “ministro de Economía” añadió: “se ha comprobado que un aumento en la inversión en I+D no se traduce necesariamente en mayor competitividad.”
Esta afirmación me dejó perplejo. ¿Dónde se ha comprobado? ¿Qué estudio soporta semejante conclusión?
Las estadísticas de la UE dicen que los países que menos invierten en I+D son, por este orden, Irlanda, Portugal, España, Italia y Grecia. ¿Seguro que no hay cierta conexión entre investigación y competitividad? Más importante aún: ¿acaso no comprendemos que las economías que menos apostaron por la ciencia son aquellas que están generando más sufrimiento humano?
Luis, estoy convencido de que tú no eres el autor de tan descomunales sandeces. Un ministro tan incapaz podría provocar que la ciencia española colapsase más rápido que Lehman Brothers.
En el año 2007, Carl Zimmer, uno de los pioneros de los blogs científicos, lanzó una pregunta a sus lectores: ¿conocían algún investigador que llevase tatuajes relacionados con su trabajo?
La respuesta fue tan apabullante que Zimmer acabó publicando el libro «Science Ink: Tattoos of the Science Obsessed», que recoge fotografías de los tatuajes acompañados por textos sobre las teorías científicas que representan.
El glucolípido-A, componente central de la membrana celular.
«Eppur si mouve» («y sin embargo se mueve»),las famosas palabras de Galileo Galilei frente al Tribunal de la Inquisición, que le juzgaba por sostener que la Tierra no era el centro del Universo.
El conjunto de Mandelbrot, la teoría de la gravitación de Newton y la segunda ley de la Termodinámica.
Este lo tenéis que adivinar. Una pista: es el tatuaje más repetido en la historia de la Humanidad.
Por cierto, si en el próximo examen descubro a algún alumno tatuado, ¿debería considerarlo chuleta?
Marsupiales, les propongo un reto: tenemos q encontrar los tatuajes científicos de nuestro país. Inspeccionen nuca, hombros, antebrazos y tobillos de sus compañeros de trabajo. Las fotos que van llegando las añado en este álbum de Facebook.
Me llamo Alberto Sicilia, y soy investigador de física teórica en la Universidad Complutense de Madrid. Hasta el año pasado, enseñaba en la Universidad de Cambridge. Decidí regresar a España porque quería contribuir al avance científico de nuestro país.
A las pocas semanas de llegar, me llevé la primera alegría: Francisco Camps obtenía un doctorado cum laude apenas 6 meses después de dimitir como presidente de la Generalitat. Escribí doscartas para felicitarle, pero no me respondió. Paco debe estar muy ocupado. Quizás le contrató Amancio Ortega para que diseñe la colección de trajes primavera-verano.
Abrí la segunda botella de champán al conocer los Presupuestos Generales recién presentados. La inversión en ciencia se recorta en 600 millones de euros. Imagínate que se nos ocurre apostar por la investigación y acabamos ganando un Nobel: quebraríamos el orden geopolítico mundial. Hasta ahora, los Nobel científicos son para británicos, alemanes, franceses o americanos. Nosotros nos llevamos los Tours, los Rolland Garros y las Champions League. Si empezásemos a ganar también en ciencia, ¿qué consuelo quedaría para David, Angela, Nicolas y Barack?
He sufrido la tercera y definitiva conmoción al saber de tu safari. Dicen los periódicos que costó 37.000 euros, dos años de mi salario. Los que nos dedicamos a la ciencia no lo hacemos por dinero. Al terminar nuestras tesis doctorales en física teórica, algunos compañeros se fueron trabajar para Goldman Sachs, JP Morgan o Google. Quienes continuamos investigando lo hicimos por pasión. La ciencia es una de las aventuras más hermosas en las que se ha embarcado la especie humana. Al regresar a España, entendí que atravesábamos una situación económica complicada. Por eso acepté trabajar con muchos menos recursos de los que ofrecía Cambridge y un sueldo inferior al que ganaba cuando era estudiante de primer año de doctorado en París.
Juancar, tengo que darte las gracias. Tu aventura en Botsuana me ha hecho comprender, definitivamente, cómo es el país al que regresé.
Regresé a un país donde el Jefe del Estado se va a cazar elefantes mientras cinco millones de personas no tienen empleo. Regresé a un país donde el Jefe del Estado se opera de prótesis de cadera en una clínica privada, mientras miles de compatriotas esperan meses para la misma intervención. Regresé a un país donde el Jefe del Estado se va de vacaciones en jet privado mientras se fulminan las ayudas a las personas dependientes.
Que yo me marche a otro lugar para seguir mis investigaciones no será una gran pérdida para España. No soy el Einstein de mi generación. Pero me desespera pensar en algunos físicos de mi edad que son ya referentes mundiales en las mejores universidades. Muchos de ellos soñaban con regresar un día a España. Teníamos la oportunidad de cambiar, al fin, la escuálida tradición científica de nuestro país. Nunca volverán.
Hemos convertido España en un gran coto de caza. Pero aquí no se persiguen elefantes ni codornices, sino investigadores. Dentro de poco podremos solicitar subvenciones a WWF por ser especie en extinción.
Permíteme terminar con otra cuestión que me turba. En África hay cientos de jóvenes españoles trabajando como cooperantes en ONGs. Chicos y chicas que viven lejos de sus familias porque quieren aliviar el sufrimiento humano y construir un mundo más decente. Si tenías tantas ganas de viajar a África, ¿porqué no fuiste a abrazar a esos muchachos y a recordarles lo orgullosos que estamos de ellos?
Juancar, en tu último discurso de Navidad afirmaste que «todos, sobre todo las personas con responsabilidades públicas, tenemos el deber de observar un comportamiento adecuado, un comportamiento ejemplar». Y digo yo, si unos meses después tenías planeado ir a cazar elefantes, ¿por qué no te callas?
Francisco Camps presenta su tesis doctoral. Foto: elmundo.es
Querido Paco,
Te escribo para felicitarte por tu excelente disertación doctoral. El ingrato tribunal te concedió un sobresalitente cum laude. Te merecías un sobresaliente cum fellatio.
Yo también soy investigador. Después de trabajar durante 7 años en las universidades París y Cambridge, volví a Madrid el pasado diciembre. La escasa ambición intelectual que he encontrado, me hacía reconsiderar la decisión de desarrollar mi carrera en España. Pero tu éxito académico me devuelve la confianza en la calidad científica de nuestro país.
Me entusiasmó que defendieses tu tesis el 10 de Febrero, un día después de la condena del Supremo a Baltasar Garzón. El rojelío de este país ha vuelto a exhibir su histórica necedad. ¿Cómo pueden defender a un juez zopenco e infame frente a un adalid de la honradez y el intelecto? Paco, tienes que estar muy orgulloso. Garzón también persiguió a otros luceros de la Humanidad como Augusto Pinochet.
He leído con gran interés tu disertación titulada «Propuestas para la reforma del sistema electoral». Sugieres la creación de 350 distritos electorales uninomiales con elección directa. Paco, eres demasiado benévolo. Yo hubiese apostado por una circunscripción única. Una Grande y Libre circunscripción. ¿El vulgo quiere democracia? Ya pueden escoger a los expulsados de Gran Hermano: Democracia Real, y semanal. Además, cuando los valencianos han tenido la oportunidad de votar a sus líderes políticos, os han elegido, una y otra vez, a Rita y a ti. Por mayoría absoluta.
¡Comunistas ingratos! ¿Quién llevó la Formula 1 a Valencia? Unos días antes de dimitir como President, firmaste la ampliación del contrato hasta 2020 por 108 millones de euros. Sólo un sagaz lince de la negociación podía arrancarle semejante chollo a Bernie Ecclestone.
Ahora, los gafotas chupasubvenciones protestan por el cierre de 14 laboratorios en el Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia. Debemos recordarles que semejante bazofia costaba 9 millones de euros anuales a la Generalitat valenciana. ¿Alimentaban a los ratoncillos con caviar de beluga?
La izquierda es pura contradicción: quiere sanidad pública y también investigación biomédica. Y digo yo, ¿qué futuro tendría la sanidad si erradicasemos el cáncer?
Eres doctor por la Universidad de Elche. ¿Quién era el consejero de educación de la Generalitat cuando se fundó esa institución? Tú, Paco. No permitas que manchen tu legado.
Respetando la exquisita tradición academica española, el tribunal de tesis estaba formado por profesionales independientes. Tu director de investigación, Vicente Garrido, es el presidente del Consejo Jurídico Consultivo de Valencia. Un cargo en el que tú le ratificaste antes de dimitir como President. Ahora, las víboras guerracivilistas berrean porque Garrido te eligió como miembro del Consejo el pasado septiembre. ¿Acaso no es justo que un profesor reconozca a un pupilo de tal calibre intelectual?
Comprendo que hayas decidido mantener tu escaño en el Parlament valenciano. Tu puesto en el Consejo Jurídico Consultivo apenas te asigna 60.000 euros anuales, coche oficial, despacho y dos asistentes. Eres, con toda seguridad, el investigador peor remunerado de nuestro país.
Te critican porque llevas 7 meses sin aparecer por tu escaño. ¿Pero cómo pretenden que escribieses tan magnífica tesis a los pocos meses de abandonar la presidencia valenciana? La mayoría de nosotros hemos necesitado 4 años de dedicación plena para completar un doctorado. Eres un titán del intelecto, Paco. No hagas caso a quienes protestan. Somos un país de envidiosos.
No me gustó que tuvieses que defender tu disertación en el edificio Tamarit de la Universidad de Elche. Algún orangután deficiente podría bromear con que el lugar donde te proclamaron doctor lleva el nombre del mayor ilusionista del mundo.
Paco, tenemos pendiente una noche de vicio y desenfreno por las sastrerías de Valencia. Para los trajes, yo visto una 46.
Un caluroso abrazo,
Dr. Alberto Sicilia.
Addendum [añadido el 15/Febrero]: Mis disculpas si he ofendido a algún estudiante o profesor de la Universidad de Elche. No era mi intención. El texto sólo pretendía denunciar, de forma sarcástica, que Camps se doctorase en una universidad en cuya fundación participó y con un director de investigación con quien existía un evidente conflicto de intereses. Perdonad si he molestado a alguien.
En respuesta al asesinato de Mostafa en Irán, algunos habéis preguntado por el desarrollo de las armas atómicas. En este post, discuto las complejidades de un programa nuclear y, en particular, del caso iraní.
Algunas consideraciones previas:
1) Soy doctor en física, pero no especialista en ingeniería nuclear.
2) La única información que poseo sobre el programa nuclear iraní es la publicada por la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA).
3) Dada la limitada extensión del artículo, he omitido muchos detalles. Espero, sin embargo, haber capturado las ideas esenciales.
4) No intentéis construir una bomba atómica casera: podríamos petar todos.
5) La especie humana dará un considerable salto moral el día que renuncie al armamento atómico.
¿Es fácil diseñar una bomba atómica?
En Mayo de 1964, el Pentágono trató de responder a esta misma pregunta; propuso a tres jóvenes doctores en Física que diseñasen una bomba atómica. Los chicos no tenían experiencia en temas nucleares ni tampoco derecho a consultar ningún documento clasificado.
En Abril de 1967, los expertos nucleares del Ejército de EEUU certificaron que los muchachos habían logrado un diseño viable. Tres años de trabajo para un equipo de tres personas sin experiencia. El «Nth country experiment» (así se llamaba este programa secreto ya desclasificado) partía de la hipotésis que, quien pretendiese la bomba, tendría acceso al uranio necesario.
Diseñar una bomba atómica es sencillo.
Entonces, ¿porqué tan pocos países han desarrollado armas nucleares?
Fundamentalmente, porque es muy difícil obtener uranio enriquecido.
El uranio que se extrae de una mina tiene una pureza inferior al 1%. Una central eléctrica necesita uranio enriquecido al 5%. Una bomba necesita uranio enriquecido al 90%.
Si la Naturaleza ofreciese uranio con una riqueza del 90%, el Homo Sapiens llevaría medio siglo en la lista de especies extinguidas. (Para mí, este es el único argumento que podría convencerme de la existencia de Dios. Apúnta, Ratzinger).
El enriquecimiento de uranio es una tarea extremadamente ardua. La teoría no es complicada, pero es un proceso muy lento y que requiere de inmensos recursos. El mercado internacional de uranio está extremadamente controlado por la AIEA y las agencias de inteligencia de las grandes potencias.
Varios régimenes han intentado, sin éxito, enriquecer uranio para una bomba; por ejemplo, la Alemania nazi, la Rumanía de Ceaucescu, Brasil y Argentina durante sus dictaduras militares o la Libia de Gadafi.
[Para los lectores más frikis. El uranio que se encuentra en la naturaleza es una mezcla de dos isótopos: Uranio-235 y Uranio-238. Sólo el U-235 es capaz de sostener una reacción nuclear en cadena. La «riqueza» del uranio es la fracción de U-235 frente al U-238. Decir que una muestra está enriquecida al «20%» significa que por cada 100 átomos de uranio, 20 son U-235 y 80 son U-238. Las famosas «centrifugadoras» sirven para separar los átomos U-235 de los U-238.]
¿Porqué es tan sencillo, para las grandes potencias, controlar el mercado de uranio?
Porque esconder una planta de enriquecimiento es muy complicado.
Una planta de enriquecimiento requiere mucho espacio (para alojar las centrifugadoras), abundante energía (estaciones subélectricas cercanas, etc.) y cuantioso personal (que permanezca calladito). Los avances en óptica convierten a las plantas de enriquecimiento en presas fáciles para los satélites espía. La exportación de centrifugadoras, y demás componentes de enriquecimiento, está muy vigilada.
Una vez tienes la bomba, ¿necesitas algo más para pegar «El Gran Chupinazo»?
Sí. Necesitas lanzar la bomba sobre tu enemigo.
Existen, basicamente, dos opciones:
1) Un avión bombardero capaz de atravesar las defensas anti-aéreas enemigas (así se lanzaron las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki).
2) Un misil que pueda cargar con la cabeza nuclear y alcance al territorio enemigo. Los misiles pueden lanzarse desde silos terrestres, pero la mayoría de sistemas de confrontación se basan en misiles nucleares lanzados desde submarinos. Los submarinos son más difíciles de detectar y pueden acercarse al enemigo.
Una tercera opción sería un «terrorista-suicida-nuclear». Una cabeza nuclear puede ser tan pequeña como una maleta y pesar 30 kg. Es imposible imaginar que alguien cruce el Atlántico con una bomba atómica, pero, por ejemplo, India y Pakistán comparten miles de kilómetros de frontera montañosa. Afortunadamente, hasta ahora, las armas nucleares han permanecido bajo el control de los estados que las desarrollaron.
Mochila para transportar una bomba nuclear W-54
¿Porqué algunos países poseen armas nucleares «legalmente» y otros no?
Por el llamado «Tratado de No-Proliferación Nuclear» (TNP).
El TNP establece que sólo 5 países tienen derecho a disponer de armas nucleares: EEUU, UK, Rusia, China y Francia.
Los demás países pueden desarrollar programas nucleares civiles si demuestran que no tienen intenciones militares (ahí entran en juego los famosos «inspectores»).
No tengo muy clara la base moral del TNP. ¿Porqué estos 5 tienen derecho y los demás no? Es interesante observar que los 5 con derecho a armas nucleares son precisamente los 5 miembros del Consejo de Seguridad con derecho a veto. Ahora que lo pienso, quizás lo hicieron por amor a la poesía: «Sólo cinco / y el arma nuclear / por el culo te hinco».
En defensa del TNP: es uno de los tratados internacionales con mayor consenso, con 190 países firmantes. El tratado de prohibición de las minas antipersonales, por ejemplo, tiene sólo 159 signatarios.
¿Qué países poseen armas nucleares «ilegalmente»?
India, Pakistán, Israel y Corea del Norte.
Los tres primeros nunca firmaron el TNP, mientras que Corea del Norte se retiró en 2003.
Sudáfrica también desarrolló un arsenal nuclear en los años 70 (probablemente con la colaboración de Israel y, en particular, de su actual presidente Shimon Peres). El armamento nuclear sudafricano fue desmantelado en 1989.
¿Qué desventajas tiene la posesión de armas nucleares?
1) Un programa nuclear militar es muy costoso. Por eso, es profundamente irónico que algunos países hayan desarrollado armas atómicas mientras sus ciudadanos morían de hambre.
En 1965, Zulfikar Ali Bhutto, primer ministro de Pakistán (y padre de Benazir), declaraba: «Si la India construye la bomba, nosotros comeremos hierba y hojas por mil años, pasaremos hambre, pero también construiremos una». Bhutto cumplió todas sus promesas.
2) Si no formas parte de «los 5 magníficos», te arriesgas al aislamiento internacional (estilo Corea del Norte). Sudáfrica abandonó su programa nuclear por las presiones diplomáticas. En contraste, Israel, India y Pakistán han esquivado el TNP sin grandes consecuencias.
3) Puedes provocar la extinción del ser humano. ¿O es esto quizás una ventaja?
¿Y las ventajas de poseer armas nucleares?
1) Tus enemigos se lo piensan antes de rozarte un pelo. Las armas nucleares son, probablemente, la razón por la que nunca se produjo un conflicto directo entre los EEUU y la URSS. Se zumbaron en guerras «satélite» (Grecia, Corea, Vietnam, Afganistán, Angola, etc.), pero nunca llegaron a una guerra directa por miedo a la escalada nuclear.
El giro irónico del armamento atómico: sirve para destruir y también para evitar la destrucción.
2) Enciende el «orgullo» y la «unidad nacional», circunstancia que suele favorecer al régimen en el poder.
3) Puedes gritar «Neeeeeene, que estoy muuuu loco!» y todo el mundo se acojona. En el lenguaje de la diplomacia internacional, esta prebenda se conoce como «poder de negociación».
Osama Bin Laden se escondía en Pakistán y también hay numerosas evidencias de que la Agencia de Inteligencia Pakistaní ha protegido a grupos terroristas que han atentado contra personal americano en Afganistán. Sin embargo, desde 2002, los EEUU han entregado 20.000 millones de dólares en ayuda militar a Pakistán. Los americanos están, con razón, aterrados de que el ejercito pakistaní pierda el control sobre su arsenal nuclear.
[Este post ha salido mucho más largo de lo previsto. Dejamos la discusión sobre el caso iraní para el próximo episodio.]
¿Lo mejor de haber escrito este post? Poder terminarlo así, así, así:
A las 8 de la mañana del miércoles, en plena hora punta de Teherán, Mostafa Roshan se dirigía a su trabajo, cuando un motorista adherió una bomba magnética a su coche. En la explosión fallecieron Mostafa, de 32 años, y su guardaespaldas. Mostafa era profesor universitario y supervisor en la planta de enriquecimiento nuclear de Natanz. Cuatro científicos iraníes han muerto en circunstancias similares desde enero de 2010.
Nadie se ha declarado responsable del asesinato. El régimen iraní tiene numerosos -y dispares- enemigos: la juventud urbana (cuya revuelta aplastó tras las elecciones presidenciales), los gobiernos suníes del Golfo (en particular Arabia Saudí) y grupos en el exilio como los Mujahedin Populares de Irán. Pero dada la sofisticación del ataque, el perfíl de la víctima y la semejanza a operaciones previas, la mayoría de expertos señalan al Mossad israelí. (Time, DerSpiegel, Foreign Policy, The Guardian, Le Figaro, Eli Lake, Dan Ephron).
El programa nuclear iraní genera preguntas importantes. ¿Busca Irán construir armas nucleares? ¿Tiene la capacidad de lograrlo? ¿Cuales serían las consecuencias para la región? El asesinato de científicos, ¿es efectivo para detener un programa nuclear? ¿Y moral? ¿Son preferibles estas medidas a embargos y sanciones económicas? Los físicos asesinados, ¿trabajaban en el desarrollo nuclear por voluntad propia o forzados por el régimen?
Estas cuestiones son muy interesantes, pero absolutamente irrelevantes para mi denuncia: la violación de la consistencia moral y del rigor linguístico por parte de gobiernos y medios de comunicación. Lo de «rigor linguistico» puede parecer una frivolidad, pero es imposible pensar con claridad sin un lenguaje preciso.
Hillary Clinton condenaba la muerte de Mostafa como «acto de violencia» y el Foreing Office británico se refería al «asesinato de civiles». (No he encontrado ningún comunicado oficial de la UE ni del Ministerio de Asuntos Exteriores).
Yo creo que hay una manera más rigurosa de expresarse: El asesinato de Mostafá es un acto de terrorismo internacional.
El Departamento de Estado americano define así «terrorismo internacional»:
El término «terrorismo internacional» significa terrorismo que involucra a ciudadanos o territorios de más de un país;
el término «terrorismo» significa violencia premeditada, politicamente motivada, y perpetrada contra no-combatientes por parte de grupos subnacionales o agentes clandestinos,
[…]
El término «no-combatiente» se interpreta como -además de civiles- personal militar (armado, no armado o en servicio)
que no esté desplegado en una zona de guerra o similar.
[La traducción y la negrita son mías, el original en la web del Departamento de Estado.]
Ni el NYT, ni Le Monde, ni Haaretz -tres periódicos que admiro- utilizan la palabra «terrorismo» para describir el asesinato de Mostafá. Le Monde dice «atentado», pero se guarda de acompañarlo con su adjetivo natural, el NYT habla de «ataque» y Haaretz de «muerte misteriosa». Imaginemos que, en un intervalo de dos años, cuatro cientifícos fuesen asesinados en Nueva York, Paris o Tel Aviv. ¿Se utilizaría el mismo lenguaje?
Me aborrece el relativismo: la teocracia iraní representa todo lo contrario a mis convicciones políticas. Me siento mucho más cercano del gobierno americano o británico que de los Ayatolás & Co. Pero semejante hipocresía nacionalista, provoca naúseas:
Todo nacionalista posee la curiosa capacidad de no ver parecidos entre hechos similares. Un Tory británico defenderá la autodeterminación en Europa y se opondrá a la autodeterminación en la India sin percibir ninguna inconsistencia. Las acciones se juzgan, buenas o malas, no por sus propios méritos, sino por quién las realiza. No hay ningún tipo de barbaridad -tortura, uso de rehenes, trabajos forzados, deportaciones masivas, prisión sin juicio, falsedades, asesinatos, bombardeo de civiles- que no pueda justificarse cuando son cometida por «los nuestros».
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