Mañana, 22 de mayo, todos los sectores educativos nos uniremos para denunciar que los recortes presupuestarios supondrán un terrible lastre para el futuro de nuestro país.
Tengo treinta años. He dedicado los doce últimos a la física, siete de ellos en el extranjero. Visto el futuro que nos aguarda, está claro que deberé partir de nuevo para continuar mi carrera profesional. Por eso, creo que es un buen momento para responder a una pregunta esencial: ¿por qué soy científico?
Esta es mi razón para ser cientifico: participar en una de las aventuras más hermosas en las que se ha embarcado nuestra especie.
La ciencia es la celebración de la razón frente a la autoridad. La academia de ciencias más antigua y prestigiosa, la Royal Society, eligió como lema «Nulla in Verbis», que en latín significa «Nada en la Palabra». Esa es la esencia del espíritu científico: no te creas lo que yo te digo. Observa por ti mismo. Algo no es verdad porque lo diga Platón, Jesucristo, el chamán de la tribu o tu padre. Duda de todo lo que te cuenten, enfréntate a la realidad con tus propios ojos y no respetes la autoridad. Por eso los poderosos temieron a los científicos y tantos fueron condenados al silencio, al exilio o a la hoguera.
Hacer ciencia significa también desafiar a los investigadores que nos precedieron. Newton comprendió que la física de Aristóteles no era suficiente. Einstein descubrió que las teorías de Newton eran incompatibles con la electricidad y el magnetismo. Hoy sabemos que la Relatividad tampoco es una teoría completa, pues no alcanza a describir algunos fenómenos cuánticos.
Una de mis anécdotas favoritas en la historia de la física es el desarrollo de la teoría de la superconductividad. En el año 1911, Kamerlingh Onnes observó que la resistencia eléctrica de algunos materiales desaparecía al enfriarlos cerca del cero absoluto. Todos los gigantes del siglo XX propusieron su teoría para explicar el origen microscópico del fenómeno: Einstein, Bohr, Landau, Heisenberg, Feynman… Y todos ellos se equivocaron. En ciencia no es problema reconocer que incluso Einstein cometió errores. La ciencia no necesita de profetas que tuviesen razón en todo lo que dijeron.
La ciencia es la celebración de lo universal frente a la tribu y la patria. En el libro de mecánica cuántica que tengo frente a mí mientras escribo esta entrada puedo encontrar herramientas matématicas desarrolladas por norteamericanos y soviéticos durante la guerra fría, un sistema numeral introducido por indios y árabes, y una estructura lógica inventada por griegos. Ningún país y ninguna época pueden reclamar la ciencia como propia.
La inscripción a la entrada de la Academia de Platón decía: «no entre aquí quien no sepa de geometría». Las verdades de la geometría eran independientes de que un hombre fuese ateniense, espartano o persa. Los virus o la fuerza de la gravedad desconocen fronteras, colores de piel y lenguas. La ciencia no pertenece a Oriente ni a Occidente. La ciencia es humana.
La ciencia es una celebración de la belleza. ¿Quién no siente un escalofrío al comprender que nuestros cuerpos están formados por polvo de las estrellas? ¿Quién no se estremece al pensar que todos los mamíferos sobre el planeta estamos conectados a un antecesor común?
La ciencia es una celebración inevitable. Si no es en España, será en China o en Brasil, pero la ciencia seguirá avanzando. Encontrar sentido a lo que nos rodea es una necesidad humana y no hay grilletes que puedan aprisionar nuestra imaginación.
Una vez le preguntaron al gran alpinista británico George Mallory cuál era la razón para jugarse la vida escalando. Mallory respondió que debíamos subir las montañas, sencillamente, porque estaban ahí. La lucha por descifrar la realidad es también inevitable. Porque, dicho a la manera de Mallory, somos humanos y tenemos un mundo que nos rodea.
La ciencia es el lenguaje de la naturaleza. No hay que dejar intentar de entenderla (ni intentar salvarla).
Mi amado doctor Marsupia, no se olvide que don Albert Einstein, físico teórico, con su famosa fórmula E=mc2 trajo la bomba atómica a nuestro planeta y firmó 4 cartas al presidente estadounidense presionándolo para que la construya para defendernos de los «malos». Después se hizo el pelotudo y dijo que su equipo le había contado que su fórmula también servía para transformar el uranio en energía, comprobado en Hiroshima y Nagasaki. También dijo, luego, que el no había redactado las 4 cartas, que sólo las había firmado. ¿Es creíble que un genio sea tan angelical y confiado?
Un abrazo fuerte, don Marsupia, por lo que vi de usted no creo que permita que los físicos teóricos sigan trayendo cosas espantosas a nuestro mundo ya tan ensangrentado.,
Estimado Alberto, estoy de acuerdo y suscribo este excelente post, que me lleva al siguiente:
La verdad consciente
Todas las verdades son fáciles de entender, una vez descubiertas. El caso es descubrirlas. Galileo Galilei (1564 – 1642)
Por ejemplo, la razón de que el agua del mar no quita la sed es porque contiene un 3% de sal, mientras que nuestros riñones solo pueden producir orina con un componente salino por debajo del 2%. Por tanto, al beberla nuestros riñones tienen que coger agua extra de nuestro organismo para diluir el exceso de sal, lo que nos provoca sed y deshidratación.
Naturalmente que sabemos el pensamiento señalado y muchos más, pero no pensamos ni actuamos permanente y conscientemente en consecuencia, pues el bicho primitivo que todos llevamos dentro domina nuestra consciencia y modo de actuar, siendo nuestro único enemigo al que debemos conocer y aprender a dominar.
Así, detenerse y adquirir consciencia para desandar hasta un punto de reencuentro y equilibrio consigo mismo, es esencial si queremos dar sentido a nuestra existencia y aportar cuanto podamos para los demás y nosotros mismos. Solo se necesita la firme voluntad e intención.
Un abrazo para todos,
Juan Bernardo montejb
http://esenciaemocional.blogspot.com.es/2011/05/la-verdad-consciente.html
http://montejbquisiera.wordpress.com/
Querido HL,
Los «malos» era el ejército nazi , que pretendía dominar el mundo .La base intelectual de la bomba atómica se debe principalmente a Lise Marie Meitner . Lo ocurrido los días 6 y 9 de Agosto de 1945 es atroz y nadie lo aprueba . No echemos la culpa a la ciencia del mal uso de la tecnología . La ciencia presenta resultados que , mal empleados , producen atrocidades . Todos lo sabemos , pero no podemos culpar al inventor del cuchillo de los muertos por acuchillamiento . ¿No crees?
Un saludo muy cordial a todos y felicidades por el blog
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LA ciencia es el resultado de la curiosidad, una capacidad que casi todos los animales que conocemos sólo mantienen durante periodos breves de aprendizaje, pero que nosotros podemos mantener gran parte de nuestra vida. Es un escudo contra la ignorancia y la opresión que está alimenta, tiene caras oscuras, no podría ser de otro modo, pero se nutre de juicios críticos y de buenas preguntas, no de respuestas resultonas y fé. Desgraciadamente la ciencia es cara de mantener, pero es muy rentable a largo plazo, el único inconveniente son las manos sucias de los administran o pagan.
Me gusta el planteamiento de la ciencia como el intento humano de acercarse a La Verdad, esa verdad como un inmenso diamante transparente cuajado de facetas, con científicos de todos los lugares y todos los tiempos rodeándola, estudiándola y palpándola para obtener una comprensión, aún cuando sea de una pequeña parte, de su magnífica naturaleza. Es interesante la de gente que dice, ¡no mires!, ya te cuento yo en qué consiste, o ¡no mires! concéntrate en buscar alimento, o ¡no mires coño! que cuando la miras a ella no haces lo que yo te mando para mi propio beneficio.
Tu sigue mirando Dr. Sicilia, que se te ve enamorado, y sigue, por favor, dando coces de las tuyas a quienes se empeñen en distraerte.
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Parece que no haya quedado claro, así que lo diré con todas sus palabras: Al gobierno de España le importa tres chufas y un pepino la educación y la ciencia.
Como la ciencia es de todos y todos nos beneficiamos de ella, hagamos ciencia donde se pueda, es decir, en USA, UK, Alemania, Suiza, Australia, Japon, y quizá lateralmente logremos beneficiar España. Los científicos españoles somos como los surfistas de los años 50, unos hippies entendidos como gente que se lo quiere pasar bien sin hacer nada de provecho. Nosotros, como aquellos, debemos buscar el Hawaii en el que surfear las olas cientificas. Para mi, ese Hawaii esta en UK, para mi hermano esta en Suiza y para mi hermana esta en Alemania.
Te damos gracias señor por tener el privilegio de ser considerados buenos científicos y de poder encontrar trabajos bien pagados desde los que podemos hacer que la ciencia progrese, a pesar de la crisis internacional que nos asola.
Llevo tanto tiempo fuera de casa que creo que se me esta olvidando escribir en español.
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Precioso escrito, me ha conmovido. Triste futuro nos espera a los jóvenes licenciados en España, en cuanto llegue a casa en verano pienso meterme a luchar en todo lo que pueda, tenemos que mover cielo y tierra hasta cambiar la situación actual.
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Todo avance tiene sus cosas, entonces a Marconi le echamos la culpa de que los terrristas hablen por teléfono ¿no?
Yo también soy científico, también tengo 30 años, y llevo dedicados a la Ciencia los 30 años que tengo, porque siempre he tenido esta vocación. No es algo que decidiera en la Universidad, si no que siempre he tenido esa motivación por trabajar en investigación, y era algo público que todos los que me han conocido, sin yo decirles nada, lo sabían, porque la Ciencia es una parte intrínseca de mi propia persona.
Yo trabajo en Física Aplicada, y movido por los mismos avatares que todos, llevo casi dos años trabajando sin cobrar nada (así están las cosas). Y no me importa realmente. Me fastidia porque el dinero es algo que todos necesitamos para sobrevivir, pero no es que trabaje en Ciencia a cambio de dinero, no. Muchos se preguntarán entonces… ¿por qué soy científico? Pues se puede expresar en una sola frase, que para mi encierra todo lo que implica la vida de un científico vocacional:
Amor por el conocimiento.
Esa frase lo expresa todo a mi ver, y no creo que sean necesarias más palabras.
Hola Alberto,
Conocí tu blog gracias a tus famosas cartas a políticos. Desde entonces te leo y no dejas de sorprenderme cada día más. Con tus artículos demuestras que es una gran mentira eso de que los científicos no saben escribir bien.
Y la entrada de hoy no es una excepción. Como científico me he sentido muy identificado, y en el texto hay ideas preciosas sobre la Ciencia. Me ha gustado especialmente la idea de universalidad que comentas. No sólo por el hecho de que la Ciencia se hace entre todos, sino también porque es un lenguaje universal. «C» es carbono aquí y en Lima, F=m·a lo entiende un físico chino o australiano.
Veo, además, que viviste en París y que residiste en la Cité. Otra cosa más que tenemos en común, además de nuestra querida madre Ciencia.
Recibe un abrazo desde Zaragoza,
Fernando
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Quisiera compartir la carta que mi hermana entregó al hospital ABC Observatorio en la cual expone lo que vivimos juntos y tiene que ser del conocimiento público. Cada uno de los anexos se encuentran certificados por notario público. Es una historia de una terrible negligencia. Para conocerla visiten mi blog http://maestrooproblemadecanini.wordpress.com
Me gusta. Yo soy licenciada en QUÍMICAS, adoro la FÍSICA … Creo que ambas disciplinas son la base de todo. Por eso yo las estudio y las enseño desde hace 20 años. Me gusta comprobar que un Físico no es un «tío raro», como muchos piensan… y que además de fórmulas y operadores tienes la cabeza amueblada con IDEALES.
ÁNIMO, eres joven… Recuerda esto, es mi opinión: el cambio ha de venir desde abajo, desde la educación, los padres y profesores tenemos muuuuuuuuucho trabajo por hacer…
precioso. soy geóloga, aunque trabajo en una cafetería en londres pero con tu muy inspirada entrada de blog me has recordado los motivos por los que me fascina mi carrera, la ejerza o no. gracias.
Es maravilloso que luches por la Ciencia fuera de tu país trabajando como mesera.
¡suerte con las tips!
Estimado compañero y colega,
Tengo 34 años y me he pasado los últimos 16 dedicado a la física, alguno de ellos también en el extranjero. Comparto lo que dices en tu post, pero querría hacerte la siguiente pregunta: ¿Acaso todo lo bello que comentas de la Ciencia cambiaría porque la educación no fuera pública? ¿Acaso Einstein, Feynman y todos los demás trabajaban en universidades públicas en EEUU?
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comparto el enlace
Hermoso su post, Doctor, perfecto.
Cuando estuve en la montaña a aprox. 3.300 m me paré sobre una roca, luego de superar el pánico, y sentí una paz inmensa, sentí que al hacerme amigo de esa roca ella me acercaba a todo el resto del Cosmos.
Sin ánimo de ofender, usted ganaría mucho mejor dinero si se dedicara a la Literatura.
Hola, soy Carmen, una alumna de 2º de Bachillerato que participó en la Olimpiada Nacional de Física. Leí la carta que escribió a Rodrigo Rato y me entró curiosidad por conocer algo más sobre usted. Descubrí este blog y me enamoré profundamente de entradas como esta, que son las que me hacen estar todavía más segura de mi decisión. El año que viene estudiaré Física en Sevilla y desearía poder llegar al menos la cuarta parte de lejos de lo que está llegando usted. Es una maravilla ver que existe gente con tanto amor por la ciencia, tanto interés por el mundo que le rodea y, sin duda alguna, con tanto sentido del humor.
Mi más sincera enhorabuena.
No olvides que este investigador afirmó que tiene un Sheldom Cooper en su interior.
Aún estás a tiempo de salvar tu vida, vete a Ciencias Sociales.
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Una lúcida visión de la situación de la ciencia en España. Esperamos que lo disfrutéis.